Transmitir movimiento a través de un eje con quiebres angulares en él, ese es el problema. La primera solución fue el cardán, una cruceta que une dos ejes rígidos y que permite un pequeño ángulo entre ellos; una buena solución si me lo preguntan, sencilla y barata, sin olvidar lo fuerte que es, pero con un pequeñísimo problema: no soporta ángulos ligeramente grandes, comienza a trabarse en partes del giro y la velocidad transmitida se hace pulsante, con la pérdida de potencia que eso conlleva.

Para vehículos modernos, donde las velocidades de transmisión son muy altas y, además, por la abundante tracción delantera, combinan tracción, dirección y suspensión todo en uno, los ángulos de quiebre del eje son muy altos, de 30 o más grados, lo que requiere una unión que permita dicho quiebre, ahí entra a trabajar la querida homocinética.

La junta homocinética Rzeppa, creada por A. M. Rzeppa en 1920, es la que usan hoy en día todos los vehículos con suspensión independiente, trasera o delantera, y va montada en el lado exterior de un palier, junto a la masa de rueda.

Las juntas homocinéticas vienen especificadas para cada tipo de vehículo. Esto significa que se debe tener cuidado al cambiarla por otra; cualquier diferencia en el largo, ancho o número de estrías es suficiente para que ésta se salga de posición o se haga difícil o imposible de instalar.

Hay que tener en cuenta el sobrecalentamiento debido al rozamiento interno y las vibraciones que, entre otras causas, pueden ser provocadas por la presencia de elementos de soporte inadecuados para el sector de velocidades de rotación de la junta. Un problema complementario que se presenta se refiere a la protección exterior del fuelle (en general, de neopreno o de caucho especial), que debe aislar la junta del exterior, conservando la grasa lubricante sobre las superficies en contacto, e impedir que los agentes ambientales (polvo, humedad, etc.) lleguen a dañar las superficies de trabajo de la junta. Se debe controlar el estado de estos elementos flexibles.

¿Cómo determinar si está dañada una junta homocinética?

Si su auto presenta un ruido similar a un traqueteo al girar (algo así como clack clack), puede ser el resultado de una junta dañada o desgastada. Producto en general de que los fuelles están rotos. Al estar roto, provoca la pérdida de grasa y, a su vez, hace que la grasa se contamine con polvo o agua haciendo una deficiente lubricación.

Si al acelerar su auto sufre temblor o vibración, puede ser una condición de eje fuera de balance. Adicional, revise la punta del eje ante posibles daños o desgastes.

Siempre identifique el lado del vehículo donde presenta mayor ruido, chasquido o vibración. De preferencia reemplace ambas juntas, para mantener una dirección estable.

Es recomendable cambiar los fuelles cada 2 años, aunque para nuestros ojos estén buenos; y se deben engrasar cada año, todas las piezas.

Si su vehículo tiene sistema de frenos ABS, verifique si el emisor de señal viene instalado en la junta, de ser así exija una junta con la misma rueda fónica, de lo contrario su sistema de frenos no funcionará en correcta forma.

Las juntas homocinéticas Rzeppa funcionan para tres sistemas; tracción, suspensión y dirección, mantenerlas en buen estado y elegir un buen recambio es vital para un desempeño óptimo y seguro de nuestro automóvil. Al comprar una junta asegúrese de elegir una marca líder y reconocida, con kit completo de junta, fuelle, abrazaderas y grasa; de grafito o litio.