La velocidad de esta disciplina no solo se está viviendo en las pistas y en los pits, sino también en los reglamentos y por ende en la reformulación de los monoplazas, los que año a año deben tomar diferentes rumbos para adaptarse a estos. El 2018 trae las siguientes novedades:
Aerodinámica:
Cuando se hicieron las reglamentaciones del año pasado, se prohibió el uso de elementos de carga aerodinámica dentro de los costados del piloto (zona en rojo en la imagen), dejando un “vacío legal” de lo que se podía hacer en el espacio entre estas aéreas (zona amarilla). Es ahí donde las escuderías se aprovecharon y crearon el famoso T-Wing, que si bien no es una carga significativa, sirve principalmente como un booster para el alerón deflector trasero, haciendo que el aire que lo enfrenta vaya más direccionado hacia abajo, aumentando la carga generada.
Con la nueva regla se eliminan tanto las “aletas de tiburón” como los “T-wings”, lo que acarreara una menor carga aerodinámica, o pegado a la pista, de los vehículos.
Suspensión:
La variación de altura puede ser una ventaja importante en una curva, pues significa que se podrá tomar a más o menos velocidad una curva. Aunque algunos cambios en la altura de conducción son inevitables, por leyes de la Física, si se maneja y se produce a propósito es otro cuento. Se sospecha que algunos equipos diseñaron sistemas para que el cambio no fuera accidental, mejorando la aerodinámica de tal forma que, si fuera accidental, la estabilidad se vería comprometida. La FIA será mucho más rigurosa en vigilar el no control en los cambios de altura.
Neumáticos:
La capacidad de tracción se vio aumentada en su variedad, creando literalmente un abanico de opciones, que van desde el súper duro hasta el híper blando, este último con un compuesto con agarre extremo, que los pilotos venían pidiendo para mejorar las performances en curvas.
El concepto fundamental del diseño de los neumáticos no ha cambiado. Seguirán teniendo los atributos que todos los pilotos han apreciado y les permitirán apretar más duro desde la salida hasta el final de cada relevo.
El neumático duro tendrá un color "azul hielo", con el medio siguiendo de color blanco, el blando, amarillo; el superblando, rojo, el ultrablando, morado y el hiperblando de color rosa.
Seguridad:
Aquí se presenta la mayor de las controversias, el famoso HALO. Un sistema de seguridad que elevará los estándares y hará que conductores puedan salir de sus vehículos intactos en algún volcamiento. La polémica viene por dos flancos, estético e ingenieril; los pilotos están divididos entre quienes lo encuentran un aporte y que embellece el vehículo, y los que lo encuentran un adefesio sin remedio ni oportunidad alguna. Por el lado de ingeniería, si bien es de titanio, sus más de 10 kg extra no aportan a la potencia final.
La instalación del Halo ha supuesto un reto para los diseñadores, que intentan mantener lo más bajo posible el peso y que a su vez tienen que pasar las pruebas de carga que exige la FIA.
Para la temporada 2017, el peso mínimo (sin combustible) era de 728 kilos pese a que los neumáticos y el chasis eran más grandes. Ahora, para 2018, los equipos han podido aumentar seis kilos el peso, que ahora tiene un mínimo de 733 kilos. Como daño colateral, los pilotos que pesen más saldrán perjudicados.
No importando la polémica, este y los otros cambios serán implementados contra viento y marea en la presente temporada, ya pronto a comenzar.