De todos los mitos automotrices, este es quizá uno de los más infundados e inexactos. Es verdad, hoy en día la gestión de muchos sistemas en un automóvil es completamente autómata, eso no significa que este se vaya a reparar solo, encontrando las fallas puntuales y corrigiendo los errores cual JARVIS en uno de los trajes de Tony Stark.

En nuestros autos, ubicado en la zona baja del volante, generalmente, se encuentra un conector como en la imagen 1, el cual es una interfaz hacia todas las CPU o módulos de control que el auto tiene. Cuando el escáner que posee el mecánico se conecta, tiene acceso a toda la información que estos proveen, entre ellas, los famosos códigos de falla, el uso más recurrente de un escáner, con este código nuestro mecánico, si está bien capacitado, podrá darse una idea de cuál es el problema, ya que este código solo indica la información errónea enviada por alguno de los sensores, el mal funcionamiento de algún actuador electromecánico o algún modulo no trabajando de forma idónea. También es utilizado al cambiar equipos del motor, y poder hacer un reconocimiento de éstos por parte del módulo respectivo..

En síntesis, el conectar un equipo de diagnosis, escáner, es solo eso, un equipo electrónico que nos ayudará en la detección de problemas, pero será el mecánico de acuerdo a sus habilidades quien deberá determinar finalmente la génesis de la falla, darle corrección y finalmente, con ayuda del escáner, borrar ese código de la memoria interna, que por lo demás si no es borrado, lo terminará haciendo solo en un par de ciclos.