Comenzó septiembre, mes emblemático e importante para los chilenos; fiestas patrias, vacaciones de los niños, los asados y la celebración, cambio de estación dejando atrás el frío del invierno y de a poco reemplazándolo por la tibieza de la primavera; cambio de colores en el paisaje, abandonando los grises y abriendo el abanico completo para el deleite de la vista. Atrás quedan esos episodios de aires irrespirables para que los vientos de cambio limpien; pero sobre todo, en cuanto a lo que nuestro rubro refiere, septiembre es el mes en que los autos del año siguiente ya están en su esplendor, autos que aún estando en 2019, ya son vendidos y registrados como 2020. ¿Han oído de la economía circular?

La economía circular es una estrategia que tiene por objetivo reducir tanto la entrada de los materiales como la producción de desechos vírgenes, cerrando los flujos económicos y ecológicos de los recursos. ¿Y qué tiene que ver esto con los autos 2020? Cada agosto de cada año se establece una verdadera batalla por vender los nuevos modelos del año que sigue, y esto deja dos claros perdedores, los autos del año en curso no vendidos, y los recursos naturales.

La economía lineal es la que impera hoy por hoy y básicamente es una línea de producción que toma insumos, factura productos que terminan en desechos. Una ineficiencia y un sinsentido ecológico por donde lo miren. Pero hay una forma de hacer que la industria del automóvil ingrese a la economía circular; los repuestos.

La industria del repuesto automotriz tiene como finalidad la reparación y continuidad de uso de los vehículos. Y si lo pensamos bien, un automóvil, camioneta, furgón, van o cualquier tipo de vehículo cuando es desechado por viejo, la verdad es que no es esa la razón real, porque la verdad sea dicha, se desecha por dos motivos, falta de mantenimiento o por la ambición de siempre tener lo más nuevo, es decir simple snobismo.

Los clubes de autos clásicos pueden dar fe de que un automóvil bien mantenido puede durar décadas, incluso más de un siglo, como ya los hay (existen modelos del año 1915 que funcionan como el primer día), además de las actualizaciones a las nuevas tecnologías las cuales se pueden ir aplicando a nuestros queridos transportadores, como por ejemplo la electrificación automotriz, o conversión a motor eléctrico que realizan empresas como EV south.

Si bien las marcas armadoras tienen proyecciones de vida útil para sus modelos, esa proyección se basa en una economía de producción constante y reemplazo establecido, lo que se conoce como obsolescencia programada, cada dueño de automóvil puede, dando los cuidados necesarios y cumpliendo a cabalidad con las pautas de mantenimiento establecidas, prolongar muchísimo esa obsolescencia, contribuyendo de esa manera a sanar de alguna manera nuestra alicaída ecología.

Para cumplir esta meta, para incorporar los automóviles a la economía circular, debes ser responsable y sabio; responsable al hacer uso medido de los recursos y cuidar tu auto no dejándolo a su suerte, y sabio al escoger los mejores compañeros en esta tarea de prolongar la vida de tu automóvil, ya que solo las mejores marcas de repuestos, las duraderas y confiables, son las que en realidad harán el cambio y podrán por fin incorporar al mundo automotriz en esta oportunidad de salvar nuestra propia debacle, esta ECONOMÍA CIRCULAR.