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Debemos poner un alto al material particulado
Particulas
Filtro de Particulas
Combatamos juntos
un enemigo ccomún

Siempre se ha dicho que Chile es país solidario, y no voy a cuestionar eso porque no es tema de esta columna, y en estos momentos estamos todos con nuestra preocupación y esperanzas de solución en los alrededores de 100 focos de incendios forestales que Conaf establece en todo el país. 


Si bien el territorio cubierto por incendios es vasto, la mayor parte de Chile no lo está, pero eso no significa que no estemos afectados, de hecho, nos recae un gran problema, el humo, o como decimos en el mundo mecánico, el material particulado (PPM). Todo ese manto marrón oscuro que nos cubre es PPM u hollín, y afecta de sobre manera la salud, ya que puede producir cáncer pulmonar.


Si dejamos de lado la contingencia, tenemos un productor constante de PPM, los motores Diésel, tan populares por su fuerza y economía de combustible. Eso significa que de alguna manera quienes tenemos vehículos con este tipo de motores debemos tomar conciencia de detener esa emanación; es ahí donde entra la famosa norma EURO; particularmente EURO V. Esta norma, vigente desde septiembre de 2014. Lo más rescatable de ella es la implementación de filtros antipartículas, también conocidos como filtros FAP o DPF. No confundir con catalizadores, que tienen otra función y actúan de un modo completamente diferente.


Básicamente lo que hace un filtro de partículas, es atrapar las mismas en una celda de cerámica con micro-poros para que no escapen a la atmosfera, reteniéndolas dentro. La obviedad nos dice que en algún momento este filtro, como cualquier otro, se saturará; y ante eso, ¿deberá cambiarse? La respuesta es básicamente no, porque estos filtros tienen un sistema de regeneración o auto limpieza, que cada vez que se saturan, el módulo de inyección se encarga de limpiarlos. Este proceso necesita de condiciones ideales para su correcto funcionamiento: alta temperatura en los gases de escape, de entre 600 a 800º (se consigue sobre inyectando petróleo), régimen de motor sostenido y alto durante un periodo generalmente cercano a la media hora. Los filtros FAP logran estas regeneraciones con la adición de un químico conocido como cerina, esto sustituye a la sobre inyección en un DPF.


Para poder tener estos filtros operativos y en buenas condiciones debemos:

 

  1. Tener las mantenciones al día, esto implica cambios de filtros de excelente calidad y el uso de aceites Low Saps (bajos niveles de ceniza).
  2. Decantar los acumuladores de humedad al menos en cada cambio de aceite.
  3. Cargar combustible en estaciones de servicio que nos generen confianza.
  4. Evitar al máximo los trayectos con niveles de tráfico alto.
  5. Si no se realizan viajes “crucero” con frecuencia, llevar el motor a las condiciones de regeneración cada 500 km o los recomendados por el fabricante.
  6. Si tienes un vehículo con FAP, mantener el estanque de cerina con sus niveles correctos.

 

Si eres de aquellos propietarios de un vehículo diésel que optó por el camino fácil de quitar o ahuecar el filtro, has tomado una muy mala decisión. Este es necesario para tu salud y la de todos cuantos te rodean. A la hora de comprar un vehículo diésel deberías haberte informado de que el ahorro de combustible de los vehículos diésel modernos añade ciertas desventajas como la complejidad de sus sistemas anticontaminación.