La formula 1 nunca ha vuelto a ser la misma desde aquel 1 de Mayo de 1994.
Han pasado 21 años del fatal accidente en que Ayrton Senna, para muchos el más grande de la F1, perdiera la vida en Imola, Italia.
Mientras se disputaba el GP de San Marino de 1994, defendía la primera posición ante un joven Michael Schumacher, pero al llegar a la curva de Tamburello a 307 km/h, en menos de 2 segundos, su Williams FW16-B colisionó contra las barreras, provocando la muerte del que por entonces ya era una leyenda de la Fórmula 1.
La muerte de Senna provocó un aluvión de cambios en torno a la seguridad de las carreras que ayudó a que durante 21 años no haya habido desgracias entre los protagonistas del Gran premio.
Los principales adelantos que se desarrollaron fueron los siguientes:
Uno de los sistemas más importantes y más antiguos en la F1, la célula de supervivencia o de seguridad, es el espacio en el que el piloto está seguro, es indeformable y protege las piernas y el cuerpo del conductor.
Estudios de resistencia de las células de seguridad y pruebas de impacto, en los años noventa se estableció un protocolo de pruebas para los monoplaza, que se convertirían en obligatorias para el año 1995, estas pruebas de impacto eran laterales y frontales para asegurar la resistencia de la célula, con el paso del tiempo las pruebas se irían endureciendo hasta incluir pruebas adicionales traseras.
En el año 2011 la F1 estandarizó el nuevo diseño de casco que empleaba viseras de policarbonato reforzada con una lámina de Zylon, capaz de soportar tensiones superiores a las que fracturarían al kevlar, que resiste el impacto de una bala.
Desde el 2007 los monoplazas incorporan un sistema de leds en el volante que indica, inmediatamente, las señales que envían los comisarios de carrera referentes a las banderas que ondean en la pista.
Cuello Hans: el mayor salvavidas del deporte motor, en un accidente a 300 km/h, provoca una desaceleración instantánea tan rápida, que genera un latigazo en el piloto que produce una fractura cervical con consecuencias mortales o daños cervicales irreversibles. No nos equivocamos al decir que, el Hans Seal es el sistema que más vidas ha salvado en los últimos años en la F1. Este sistema que consta de un soporte que sujeta el piloto sobre los hombros y un anclaje al casco, logra evitar el latigazo, sujetar la cabeza del piloto y evitar una tensión excesiva en el cuello tras el choque.