Wow! 1000 HP de potencia en un Bugatti Veyron, es una cifra que nos llama poderosamente la atención, que exista un vehículo con capacidades tan enormes es definitivamente asombroso; pero con capacidades de qué?.

Es inevitable ir por la calle y encontrar vehículos que tienen en sus zonas traseras spoilers o alerones de los más diversos materiales, formas y colores; inclusive algunos desafían a la lógica en su tamaño. Pero, ¿para qué sirven, por qué fueron montados?

Todo automóvil que sea un salvaje corredor necesita una característica ineludible; el rugir de su motor. Nadie queda indiferente cuando un motor lleno de potencia nos deleita con su sonido mágico, inclusive autos más humildes quieren ser como ellos y les son instalados resonadores para no verse tan disminuidos. Pero, ¿por qué es tan importante este sonido, que significa exactamente?

Una típica conversación entre amantes tuercas es, si un modelo en particular de automóvil viene o no con turbo, y si así es, se convierte de inmediato en objeto de deseo, casi anulando de forma inmediata alguna otra característica que pudiese ser incluso más interesante o productiva en la performance del auto en cuestión, pero ¿hasta qué punto esto es tan preponderante, se justifica tanta idolatría por este componente?

Los vehículos están llenos de física, hasta un punto que ni siquiera alcanzamos a dimensionar, de hecho, son una manifestación viva de la física. La física hecha realidad. Es por esto que todas estas cosas que consideramos sin importancia, incluso muchas veces que ni siquiera consideramos, son vitales a la hora de marcar diferencia, o de hacer que jueguen a nuestro favor o en nuestra contra.

En esta columna periódica trataré de hacer eso precisamente, que todo cobre sentido, importancia y tenga el lugar que le corresponde, que sea a nuestro favor. Explicaré de forma lo más sencilla posible el porqué de todas esas cuestiones muchas veces inexplicables acerca de nuestros queridos autos. Lo haremos, todo tendrá explicación.