Siempre estamos atentos a nuestro perfil, en redes sociales sobre todo. No queremos ser confundidos o rotulados como otro tipo de personas. Como pilotos avezados, o simples conductores con alma de Toreto siempre queremos ser vistos en bólidos imparables de conducción briosa y la opción de instalar llantas de aros enormes, 20 o 22 pulgadas, y para compensar, perfiles demasiado pequeños, /50, /45,/40. ¿Esto es efectivo, beneficioso o incluso necesario?
Existe la creencia popular que un perfil bajo es más deportivo, proporciona mejor agarre y control; pero como siempre digo, consultemos a la fuente. Qué más deportivo que un F1?, ¿cómo es el perfil de sus neumáticos?
Los fórmula uno tienen un flanco enorme, de hecho al verlo nos recuerda el de un vehículo todo terreno, entonces si el rey de los deportivos usa perfil alto, ¿por qué usan dicho perfil?
Un perfil alto tiene muchas ventajas, por ejemplo; en el conjunto llanta-neumático la parte más pesada es la llanta, por tanto si aumentamos llanta y reducimos perfil del neumático aumentamos el peso total, por tanto a la hora de acelerar seremos más lentos.
En la foto se aprecia un Top Fuel acelerando, se puede ver la distorsión del neumático producido por el agarre. La razón de que, a igualdad de condiciones, un neumático de mayor perfil sea capaz de generar más agarre que otro de menor perfil es que debido a la capacidad de deformación del neumático (consecuencia de una carcasa de menor rigidez) el área de contacto con el suelo aumenta, con lo que existe más fricción y agarre mecánico.
Y que decir si hablamos de la comodidad en nuestros vehículos, al reducir perfil endurecemos los flancos del neumático con lo que endurecemos la suspensión en general y perdemos confort de marcha. Además, un perfil más bajo es más crítico con los baches, perdiendo capacidad para absorberlos y donde, además, podemos hasta doblar o partir una llanta ya que apenas amortiguan el impacto.
Qué es lo bueno de un perfil pequeño entonces?, en dos palabras, frenado y giro.
Una rueda de perfil bajo deja más espacio para poner unos frenos de mayores dimensiones, harán que frenemos en menos metros, y serán más resistentes al fading y a las altas temperaturas.
Por otro lado, ante los esfuerzos laterales, un neumático de perfil bajo genera más agarre. Esto es debido a que una carcasa blanda (típica de ruedas con mucho perfil) se deforma más. Un neumático con los flancos más duros reparte el peso de forma más uniforme. A su vez, en pleno esfuerzo, un neumático de carcasa blanda tiende a flectar más, en ocasiones hasta tal límite que el neumático se deforma de tal manera que apoya sobre los flancos por un lado y “levanta” la banda de rodadura por el otro, con lo que reducimos el área de contacto, lo que también reduce el agarre. Por último, pero no menos importante, un neumático de menor perfil, es muchísimo más directo a la hora de obedecer las órdenes que el conductor, esto se debe a la rigidez de la carcasa, que no amortigua ni suaviza nuestras órdenes si no que las comunica con la misma rapidez con la que las ejecutamos.
Debemos elegir un perfil de acuerdo a nuestras necesidades y sobre todo de acuerdo a la actividad o capacidad de nuestro vehículo, ya que como vimos, un perfil equivocado nos hará dar tumbos y no desempeñarnos como deberíamos.
Ricardo Barriga C.