Cuando vimos en la pantalla grande a Stallone, Schwazeneger, Willis, Statham, Lee y otros suponemos que no podría haber nada más indestructible, obviando claro al motor diésel.
¿Por qué siempre se habla de que el motor diésel es tan robusto e irrompible? Esto está directamente ligado al tipo de encendido; compresión o chispa. El motor diésel fue creado por el señor Rudolf Diésel allá por el 1893, y es precursor del motor a gasolina.
Para poder generar la explosión dentro de la cámara de combustión, se necesitan 3 variables; comburente, carburante y punto caliente.
En un motor a gasolina estos se definen como Gasolina, Aire, y Chispa de bujía. Para poder tener un buen encendido, estos motores comprimen la mezcla en relación de 10:1 promedio, esto quiere decir que la mezcla de un cilindro antes de ser explotada baja su volumen a un décimo (de un litro a 100 cc, por ejemplo). Además como encienden en un solo punto predeterminado, la chispa, el frente de llama, u origen de la onda expansiva es focalizado y empuja justo al pistón en la dirección correcta para que descienda pegado a la pared contraria a la que venía ascendiendo. Todo lo anterior se puede ver en la siguiente ilustración.
El motor Diésel en cambio, tiene como ventajas su alto rendimiento de combustible, mejor desempeño energético, ya que al explotar por etapas, menos energía se transforma en calor, produciéndose un alto torque a bajas RPM, por eso es ideal para trabajo pesado.
Pero el petróleo tiene una gran desventaja, es un aceite y no un destilado tan refinado como la gasolina, por ende requiere de mayor temperatura para encender, no usa un punto caliente, si no múltiples.
Para que el petróleo pueda encender se necesita aumentar la Tº dentro de la cámara, esto se logra comprimiendo el aire, ya que según el señor Gay Lussac a medida que aumenta la presión de un gas, también lo hace la temperatura. Es por eso que se llega a relaciones de compresión de 18:1 promedio (pudiendo alcanzar 21 o 22:1).
Al ser un aceite que se gasifica, habrá múltiples puntos con buena capacidad de ignición, generados por la compresión del aire, a tal punto, que alcance la temperatura suficiente para encender al petróleo, unos 800ºC (la gasolina lo hace a 450ºC).
Para dar la estructura necesaria, dos son los untos claves; una bóveda fuerte térmicamente para soportar tal temperatura constante y además que tolere el constante balanceo que se produce en el pistón al ser impulsado por múltiples fuentes de empuje, todas de direcciones diferentes, como lo vemos en la imagen.
El material empleado en la fabricación de los bloques es, generalmente, fundición de hierro con estructura perlítica, aleado con pequeñas proporciones de cromo y níquel, que proporcionan una gran resistencia al desgaste y protección a la corrosión. Este material además resiste muy bien las altas temperaturas que tiene que soportar. También se usan las aleaciones ligeras a base de aluminio-silicio, que tienen las ventajas de su menor peso y gran conductibilidad térmica, con lo que se mejora la refrigeración.
Estas características permiten aumentar el grado de compresión con lo que se obtiene una mayor potencia útil y un menor peso específico para una misma cilindrada.