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Esta columna me suena bien
¿por qué los motores suenan tan genial?

Es mis años de estar ligado al mundo tuerca, hay una variable que diría sin temor a equivocarme, es lo que más apasiona no importando quien opine; el rugir de los motores. El oír un motor bien preparado y de potencia sublime es quizá lo que decidió a muchos a optar por ser mecánicos o pilotos, es lo que nos hace vibrar y emocionar.

 

Es este sonido totalmente aleatorio o depende de factores en particular, es lo que trataremos de dilucidar.

 

Tomemos como ejemplo un Chevrolet Corvette VS un Ferrari 458 Italia; las gráficas de arriba nos muestran sus diferencias, el color indica el volumen en decibelios, donde el amarillo es el más alto, el eje vertical indica las frecuencias, y el horizontal los segundos. Comprobaremos que el primero es agudo y chillón y el segundo es grave y pesado.

 

Aunque de base dos motores con la misma cantidad de cilindros producen las mismas frecuencias, el sonido generado se ve afectado por otros componentes internos que vibran junto con el motor. Además, los motores de los automóviles deportivos tienen lo que se conoce como “encendido de alta frecuencia”, que genera ese “gruñido” bestial tan característico. 

 

La diferencia está en el ángulo del cigüeñal; mientras que en el Ferrari está en un ángulo de 180º, el del Corvette está en 90º, generando un sonido “burbujeante”, a lo que también ayuda un encendido en pulsos espaciados de manera irregular. 

 

Además Ferrari monta motores de muchos cilindros pero de poca cilindrada (poca comparada con los automóviles americanos), mientras que un Ferrari puede montar un V12 de 3 litros, sin ir más lejos un Viper monta motores de 7, 8 o incluso 9 litros. Eso hace que a mayor cilindrada, mayor es el cubicaje por cilindro, y eso nos da que en un Viper tenemos bastante más gasolina por explosión, cuanta más gasolina, más fuerte es la explosión y más grave suena, eso explica que los fórmula 1 suenen tan agudo, llevaban muchos pistones, y de pequeño tamaño para subir de vueltas, ahora con los V6 el tamaño ha ascendido, de ahí su casi nulo ruido ahora.

 

El resto del trabajo queda a cargo del tubo de escape, que es el que decide qué sonidos pasan y cuáles no; evidentemente las marcas de lujo invierten mucho en el diseño de lo que en su momento no fueran más que tubos rectos de metal para darle ese “toque” superior que no tiene un vehículo de gama media o baja.