El autódromo sufrió la clausura temporal debido al ruido excesivo que la categoría TC2000 emitió en Noviembre y que molestó a los vecinos sobrepasando los límites establecidos de acuerdo a la norma ambiental, el problema se generó porque la norma es única y no hace diferencia entre recintos deportivos y urbanos. Sin embargo a fines de febrero, fue reabierto con la condición que los vehículos participantes utilicen silenciadores y con la instalación de una caseta (importada de Europa), para medir decibeles que someterá a cada vehículo a una prueba acústica de 8 minutos previo cada carrera. Además se instalaron sensores acústicos en diferentes lugares del circuito para monitorear en forma constante durante las competencias.